Sus llamativos colores hacen del Loris Arcoíris uno de los pájaros más bellos y exóticos. ¿Quieres saber más sobre este ave? Te lo contamos todo.
El Loris Arcoíris es un pájaro que hace honor a su nombre. Aunque el color verde en diferentes tonos es el más predominante en su plumaje, también encontramos otros colores como el rojo, naranja, amarillo y el azul. Es una especie que se encuentra especialmente en Australia, Tasmania y el sudeste de Asia.
Se trata de una especie no demasiado grande, alcanza los 20 o 30 centímetros y no pesa más de 200 gramos. Aunque no se trata de un pájaro de gran tamaño, veremos a continuación que sí necesita bastante espacio para ser feliz.
¿Cómo se cría un Loris Arcoíris?
La cría de estas aves es un poco más compleja que la reproducción de otras especies de pájaros, por lo que no es habitual que un aficionado se dedique a esto. La cría de estas aves suele estar en manos de profesionales del sector o en zoos.
Los Loris Arcoíris no tienen una sola época de puesta, sino que se reproducen la mayor parte del año, salvo en verano. Después de la cópula de los pájaros, se hace la puesta de dos huevos, y en la mayoría de los casos, ambos están fecundados.
Después de esto, la hembra incuba los huevos durante unos 25 días. Tras este periodo, nacerán las crías. Recién nacidos son pájaros de pequeño tamaño con plumón de color blanco. Estas crías pasarán dos meses siendo alimentadas por los progenitores y tras abandonar el nido necesitarán de unos 20 días más para poder alimentarse por sí mismos.
En ocasiones, se les puede dejar hacer una segunda puesta de huevos cuando las crías anteriores ya han salido del nido, pero es aconsejable separarlos en una jaula contigua. De esta forma, las crías estarán cerca de sus padres pero evitaremos posibles peleas del macho defendiendo el nido con los huevos.
Un tema a tener en cuenta en la cría de Loris Arcoíris es que estos animales se encuentran englobados en el convenio sobre Comercio internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES). Deberán ser marcados y se les coloca una anilla de acero unos 10 días después de haber nacido.